¿Te encuentras buscando piso? A buen seguro habrás contactado ya con una o quizás más inmobiliarias y te ves en la obligación de tirar de ese tiempo del que prácticamente no dispones para desplazarte constantemente a visitar “in situ” esa vivienda que, a priori, te parece interesante y opta a convertirse en la casa de tus sueños.
Buscar piso es un proceso largo, duro y complicado, que exige muchos sacrificios, no solo desde el plano económico, sino también en forma de tiempo. En ello está pensando ya el sector inmobiliario, envuelto en una revolución tras la recuperación posterior al estallido de la burbuja. Y esa revolución, basada en lo tecnológico, está contribuyendo de forma muy activa a esa recuperación, junto a la mejora del poder adquisitivo de la clase media española y la vuelta del crédito a los interesados en las hipotecas.
Empresas “Proptech”
Así, están surgiendo nuevas empresas innovadoras llamadas “proptech” que nada tienen que ver con el concepto tradicional de empresa inmobiliaria. Son compañías que aplican la realidad virtual para la comercialización, las panorámicas 360º, los tours virtuales, el “big data”, la visualización de los inmuebles en 3D, la decoración virtual, el software de gestión, y se lanzan a ofrecer sus servicios a través de Apps. En el Reino Unido su proliferación es muy destacada, y en España ya se contabilizan más de 60 con ese perfil tecnológico tan avanzado.
Hoy en día, ninguna inmobiliaria se plantea no contar con presencia en Internet, bien a través de una web o de un perfil en una red social. Además, las webs tradicionales han pasado, obligatoriamente, a ser “responsives” debido al uso generalizado del Smartphone y las tablets, dispositivos que progresivamente le comen terreno a los ordenadores en términos de tráfico. Por otro lado, las redes sociales juegan un papel cada vez más importante en términos de visibilidad y fidelización. ¿Dónde quedan ya los anuncios inmobiliarios de los periódicos?
Los renders, las maquetas y los planos tienen las horas contadas en sustitución de una estrategia tecnológica que busca que el usuario experimente sensaciones hasta ahora desconocidas al entrar en una vivienda desde su dispositivo y poder configurarla a su gusto. Todos estos recursos tecnológicos se generalizarán en menos tiempo del que pensamos, para el bien del usuario. La carrera tecnológica de los procesos inmobiliarios ya ha echado a andar y, como se ha comprobado en otros sectores profesionales, quien antes se suba al carro tendrá mucho ganado.