Siguiendo unos sencillos consejos y habituándonos a modificar ligeramente nuestra rutina diaria podemos hacer que nuestra cocina se convierta en un espacio más ecológico, sin malgastar tantos recursos, lo que se traduce también en un ahorro económico. Al fin y al cabo, la cocina es una de las zonas de la casa que utilizamos con mayor frecuencia.
Ahorra energía.
Existen diversas formas para aumentar el ahorro energético en el hogar. Además de las que dicta el sentido común (apagar luces, no pasarse con la calefacción, etc.), podemos poner en práctica otros trucos como instalar electrodomésticos con certificación energética A++, ya que aunque implican un desembolso inicial, el consumo a la larga hará que rentabilicemos la inversión.
Además de esto, podemos acostumbrarnos a cocinar con olla exprés o en su defecto tapar las cazuelas cuando cocinemos, ya que así minimizaremos la pérdida de calor y gastaremos menos.
Cuidado con el agua.
Además del ahorro energético en electrodomésticos y formas de cocinar, cabe tener muy en cuenta qué consumo de agua realizamos. Es conveniente instalar grifos con aireadores o atomizadores que permiten reducir el caudal del agua hasta en un 30%. También resulta interesante el uso de lavavajillas (de alta eficiencia) en vez de lavar a mano, ya que el lavado a mano consume más agua.
Otro truco interesante es reutilizar el agua de cocción para regar las plantas que tengas en casa o en la terraza.
No desperdicies comida
La mejor forma de no desperdiciar comida es hacer la compra con cabeza. Adquirir la costumbre de verificar las fechas de caducidad de los productos que compramos es una buena costumbre, así como apuntar en un papel qué comidas pretendemos hacer cada día, para tirar la menor cantidad de comida posible.
Aprovechemos las sobras de las comidas para cocinar con ellas otros alimentos, mención especial a las croquetas o empanadillas de “sobras”.
Acostúmbrate a reciclar
Hoy en día en cualquier ciudad es posible encontrar puntos de reciclaje de plástico y cartón a menos de 20 metros, por lo que la pereza no es excusa. También existen puntos limpios donde depositar el aceite usado, ya que este es un gran contaminante. Quien tenga jardín puede además utilizar los desechos orgánicos como compostaje.